jueves, 5 de septiembre de 2013

El ministro del Interior egipcio sale ileso de un atentado con bomba en El Cairo

Dos muertos y diez heridos por la explosión al paso del convoy de Ibrahim, que denuncia una conspiración con «elementos extranjeros» para acabar con su vida. Los presuntos autores mueren en un tiroteo con la Policía

El ministro del Interior egipcio, Mohamed Ibrahim, ha salido ileso este jueves de un intento de asesinato en El Cairo, al estallar una bomba al paso de su convoy por el barrio de Ciudad Nasr.

Al menos dos personas han muerto y otras diez han resultado heridas por el ataque, según han informado fuentes de seguridad. Ibrahim, que vive en el citado barrio, ha escapado ileso al ataque, que, según la televisión estatal, podría haber sido ejecutado a través del lanzamiento de un artefacto explosivo desde un edificio cercano y no con un coche bomba, como se dijo inicialmente.

Fuentes de Seguridad han añadido que los dos presuntos responsables del ataque han fallecido tras un tiroteo con la Policía inmediatamente después del atentado, cuya autoría aún no ha sido reclamada por ningún grupo.

Ibrahim ha sostenido en declaraciones tras el ataque, que el atentado «no es el final, sino el principio» de «una nueva ola de terrorismo» en Egipto y ha asegurado que fue informado esta misma semana de la existencia de un plan para asesinarle del que formaban parte «elementos extranjeros». Por ese motivo, desveló Ibrahim, el jefe del Ejército y ministro de Defensa, Abdelfatá al Sisi, le hizo entrega de un vehículo blindado idéntico al que él usa en sus desplazamientos.

Lamentó que el «despreciable intento de asesinato» ha provocado que un miembro de las Fuerzas de Seguridad y un niño hayan perdido las piernas y que un agente se encuentre en estado crítico.

Bastión islamista
Ciudad Nasr es considerado como un bastión de la organización islamista Hermanos Musulmanes y es el lugar en el que se encuentra la plaza de Rabaa al Adawiya, centro de las protestas contra las nuevas autoridades por el derrocamiento del expresidente Mohamed Mursi el 3 de julio.

Ibrahim está a cargo de la Policía, que encabezó el desmantelamiento forzoso el 14 de agosto de dicha acampada y de la que tenía lugar en la plaza Nahda, hechos que se saldaron con la muerte de al menos 600 personas según el balance oficial, si bien los Hermanos Musulmanes elevaron la cifra de muertos a 4.500.

Las autoridades han estimado en alrededor de 850 el número de fallecidos a consecuencia de la oleada de violencia desatada en el país a consecuencia del asalto militar a las acampadas, mientras que diversas ONG internacionales han acusado al Ejército de hacer un uso excesivo e injustificado de la fuerza.

fuente: abc.es

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